Cómo les había comentado en un post hace mil años atrás, había planeado un viaje a Europa, en donde iba a recorrer, junto a mi novio, Londres, París, Venecia, la Costa Amalfitana y Roma.
Hace bastante que quería hacer este post para armarles una mini crónica de las cosas que hicimos. Salimos de Buenos Aires el 22 de Agosto del 2015, a las 12:10 del mediodía, y llegábamos a Londres (con escala en Madrid de por medio) a las 7:55 (hora de Londres).
Llegamos al Aeropuerto de Londres, y nos dejamos convencer por una chica muy simpática, que nos vendía un pasaje en micro, que supuestamente nos llevaba a Victoria Station. El micro tardó un montón en llegar al aeropuerto, y más aún en llegar a Victoria Station. No les recomiendo para nada que compren ese boleto de micro, hay un tren que te lleva del aeropuerto hasta una estación de subte de la ciudad, y es mucho mas rápido y barato. De mal humor, y con lluvia (obvio, es Londres) llegamos al hotel.
Flores en la puerta del hotel donde nos alojábamos |
Teníamos pocas horas de sueño, cansancio, y a mi se me habían hinchado los tobillos como nunca en la vida. Parecía un elefante. De todas formas, fuimos a recorrer. Nosotros nos hospedamos en el barrio Camden, a tres cuadras de Euston Station. Era una excelente ubicación, porque llegábamos a todos lados en pocos minutos. Obviamente, lo primero que hicimos ni bien llegamos, es dejar las valijas en nuestra diminuta, pero de verdad, diminuta habitación, y salir a caminar. ¿Y adivinen qué fue lo primero que fuimos a ver?. Y sí, el cliché del turista, obvio.
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Fer y yo, que estaba a cara lavada y con mucho sueño |
Si bien al mañana había estado lloviendo, a la tarde salió el sol e incluso hacía un poquito de calor en algunos momentos. Nos maravillamos con el London Eye (también con el precio de la entrada, y la fila que había para entrar). Empezamos a caminar por una gran avenida y nos perdimos un poco. Yo me enamoraba de los hoteles cinco estrellas que hay en la zona, y Fer (mi novio) con los autos que estaban estacionados en esos hoteles. Londres realmente es una ciudad que cautiva. Cuando empezó a oscurecer, decidimos ir al hotel a ducharnos para después salir a comer algo. Fuimos a una hamburguesería ambientada en los años 60, que estaba en la estación Euston. Llegamos a las ocho y cuarto de la noche, y a penas entramos nos dijeron que en 30 minutos cerraban. "¿Pero a que hora come esta gente?" decíamos. Temprano, muy temprano. Nos sirvieron una comida muy rica, la mesera nos escuchó hablar y nos preguntó de dónde eramos. Se ve que le caímos bien, y terminó arrimando una silla a nuestra mesa y charlando con nosotros. Y yo, no podía estar más feliz de que ese haya sido mi primer día en Londres.
x lo que contas el viaje fue maravilloso! los felicito a ambos
ResponderEliminarSí, fue maravilloso!. Muchas gracias Ana! besitos!
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